Ayer fue una tarde tranquila en la que los peques se entretenían en sus habitaciones dejándome descansar de mi quimio, y cuando me fui a la cama a dormir, me encuentro con esta sorpresa que mi pequeña me había dejado en la mesita de noche.
Para comérsela. Siempre pensando en su mama y su papa a él le había dejado otro dibujo…
Hoy tocó volver a la rutina, madrugar, levantar a los peques el desayuno, y bajarlos al cole, voy con el infusor de la quimio de ayer hasta mañana a las 2 que me lo quiten.
Quiero decir que me costó en el tratamiento anterior salir a la calle con él siempre esos día se encargaba mi madre de los niños, de los recados, pero hoy por hoy no me importa ya que es algo que tengo asumido, salgo con él puesto y no pasa nada, puedo hacer una vida normal ( entre comillas ), ya que si que es verdad que las mañanas las llevo bien, llevar los niños al cole, desayuno visitando a mi madre que trabaja y charlamos un ratito, las tareas de la casa, etc.., pero cuando llega la tarde, me noto cansada y toca descansar.
Pero no pasa nada por llevar una aguja conectada al infusor, es parte de mi tratamiento y se puede llevar perfectamente sin que afecte a mi vida diaria. Hay que ser valiente en esta vida, ya que es bastante jodida como para quedarse en casa lamentándonos, porque es un día menos que hemos disfrutado, del sol, del aire, de la gente que te encuentras en la calle, y te preguntas como estas, y te cuentan también su situación y todo es normal. Sin darle la importancia que pueda tener mi problema ya que todos tenemos algo.
Gracias a todos los que me animais cada día a seguir contando como me siento y lo que estoy viviendo, porque es muy satisfactorio para mí ser entendida por vosotros y querida, me hace ser fuerte y seguir luchando en mi día a día, en los buenos y los malos.
Estoy leyendo un libro el cual le dejaron a mi madre y no lo ha leído me lo pasó a mí y hay un fragmento el cual me ha hecho reflexionar.
estas guapa!!con y sin infusor!!
jaaa gracias.
preciosa!!!