Saltar al contenido

Capitulo 25


Hoy tocó un día duro para mí, se que tengo que ser fuerte, pero a veces no lo consigo. He pasado mala noche no he dormido  bien, ya que mi pequeña se despertó de madrugada y quería dormir conmigo, se acuesta junto a mí y se queda dormida abrazada a mí…

Yo me desvelo, solo tengo ganas de llorar, no puedo conciliar el sueño, tengo que madrugar para irme al hospital a ponerme mi cuarta quimioterapia y mi cabeza no deja de pensar si servirá el tratamiento que me están dando…

Que duro es esto, solo te entiende quien pasa por esto, nadie tiene ni idea de lo que nuestro cuerpo sufre y padece, y lo que nuestra mente piensa en determinados momentos…

Merecerá la pena tanto sufrir? acabaré bien? seguiré sufriendo?…

Me he levantado temprano me he vestido, y mi pequeña se ha despertado y me ha dado los buenos días con un abrazo de los que te curan el alma y se ha ido a su cama.

Tantas veces pienso que tienen miedo y lo sufren en silencio y sus desvelos pueden ser por su preocupación por mí y no he sido capaz esta noche de llevarla a su cama, en realidad necesitaba tenerla a mi lado con su bracito sobre mí, como diciéndome mama te quiero y no te puedo dejar sola.

Y aunque no he pegado ojo, siendo 3 en la cama y no poder moverme, le doy a las gracias a mi pequeña por ser como es…

He llegado al hospital a las 7:45, me he pedido el desayuno y estando sola te da mucho tiempo de reflexionar las cosas de esta vida, que te suceden día a día, y he llegado a entender a una persona que me está demostrando con su actitud que no le he importado nunca ni yo ni mi familia todo ha sido un mundo paralelo, una realidad que es dura de aceptar pero así es.

Yo voy a seguir escribiendo mis sentimientos porque así lo he decidido y si a alguien no le gusta lo que lee, que no lo haga, porque tengo muchas mas personan que admiran mi trabajo, y admiran mi vida cosa que otras dejan mucho que desear…

Hoy he tenido la gran suerte, de tener la mañana acompañada de mi mejor amiga, se nos ha pasado volado a las dos las horas que hemos estado hablando, tengo que agradecerle su tiempo ya que es una mujer luchadora, trabajadora, con dos peques como tengo yo, y en vez de disfrutarlo en otro sentido, su tiempo libre, que siendo madre y trabajando, es poco, ha preferido pasar la mañana conmigo, acompañándome y haciéndome reír, y cuando ha venido mi enfermera a decirme Ana ya has terminado, me he quedado mirando el reloj, y he terminado antes que ningúna quimio de todas las que he tenido…

Lo que es la vida, cuando disfrutas los momentos todo es mucho mas fácil, llevadero, placentero…

Asi que os animo a que apesar de lo duro que pueda empezar un día, si lo disfrutas con las pequeñas cosas cotidianas de la vida se puede llevar mucho mejor… y a veces la simple visita de un ser querido en tu vida te llena tanto como todo lo material que haya en el mundo. Os lo puedo asegurar.

Disfruta tu día a día como si fuera el último, te quiero loquita.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *