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Capitulo 18

Pasa una semana y me cita mi cirujano para ver como tenia las grapas, mi marido y mi madre me curaban en casa, llego a la consulta y mi cirujano tiene que salir de la consulta y deja a la enfermera que me cure y empieza a quitarme todas las grapas, yo notaba tirones, y me estaba haciendo daño, pero como se suele decir el ser novata se paga, y a demás muy caro, me llena de tiritas, y cuando acude mi cirujano le dice ya le has quitado todo? y ella le dice sì estaban bien le he puesto tiritas.

Me dice que tengo que seguir la cura igual, en casa y en el centro de salud y el drenaje no me lo pueden quitar porque seguía saliendo líquido biliar.

Me vuelvo a casa bien pero algo incómoda ya que seguía llevando el drenaje puesto y mi esperanza era de que saldría sin él de la consulta.

Me siguen curando en casa, y le digo a mi marido que me duele mucho la herida y que no me encuentro bien. 

Decide quitarme las tiritas ya que estaban de color feo, y curarme, que mal lo pasé se estaba abriendo la herida poco a poco la piel estaba cediendo al haberme quitado las grapas tan pronto.

Cuando acudo al centro de salud, me dice mi enfermera, Ana esto no tiene buena pinta yo me iría al hospital, ya que ellos tienen mas experiencia en estas curas, porque no te veo bien.

Me ven en el hospital de urgencias y me dicen que no podían hacer nada más que curarme, que se cerraría con el tiempo y les digo no puede ser si ya llevo un dedo abierto esto es imposible que se cierre solo, pero me dicen que sí, que tenga paciencia.

Vuelve a verme mi cirujano y sigo con el drenaje, la herida abierta, y le digo no puedo más me encuentro fatal, no me puedo mover, me tira la piel, me escuece la herida, y me dice la enfermera que me había quitado las grapas que se me había infectado que tenía que aguantar que me iba a limpiar con una cuchilla la infección y me tendría que poner unos polvos secantes, y seguir curando la herida.

Así pasé 1 mes, con el drenaje sin poder quitármelo y con la herida abierta 2 dedos de ancho.

Un día me levanto con mucho dolor y ya tenía programada la operación del tumor del colon, justo me tenían que operar al día siguiente, estoy con décimas de fiebre, mucho dolor abdominal, estaba sin fuerzas, agotada de dolor.

Me ven de urgencia y me dice el cirujano que me atiende que tiene que hacerme un tac para ver como estoy, y comentar con mi cirujano si me operan o no.

Que horror, estaba preparada sin comer, para la operación me encontraba fatal, y solo quería salir de toda esa pesadilla.

Me hacen el tac, y se ve en mi hígado las pequeñas lesiones que no se veían antes, y al final me dice mi cirujano que me relaje, que me opera si o si al día siguiente, que había que quitar el tumor que tanto daño me estaba haciendo, que me volvería a grapar la herida para que no siguiera pasándolo mal.

Llega el momento de la operación, soy la segunda y la espera se hace eterna, pero llega el momento de despedirme de los míos y entrar en quirófano de nuevo, mi cirujano me había explicado las posibles complicaciones, en principio él iba a intentar operarme por laparoscopia pero si no podía limpiar el tumor así sería cirugía y podría salir con una bolsa por fuera.

Yo entro muy débil, sin fuerzas, llorando porque estoy muerta de miedo. Había una enfermera que me prepara y me dá animo, me cuenta que su madre con 80 años había pasado por lo mismo estaba perfecta que no tuviera miedo que todo lo malo se pasa.

Entro más calmada, con buena energía, tras haber hablado con esa enfermera, que me relaja y me tranquiliza.

Bueno pues todo sale bien, me pueden quitar el tumor con laparoscopia y no me tienen que hacer cirugía así que fue rápida la operación, pero sin embargo me sacan de quirófano a la 13:00 13:30, y me despierto a las 18:30 en la sala de recuperación y me dicen Ana estás bien? y les pregunto que hora es? aquí solo estoy yo no hay nadie…

y me dicen te subimos a planta…

Yo me toco la barriga y solo noto una gasa enorme que no se como ha salido la operación ya que nadie me dice nada.

Cuando estoy llegando al pasillo de la planta veo a mi marido y mi cuñada, esperándome, y les pregunto como ha ido todo, llevo bolsa?

y mi marido me dice ahora te cuento…

nadie puede imaginar esos segundos que tardan en colocarme en la habitación y entran a decirme como ha ido todo, lo que se me pasa por la cabeza, él se ríe pero yo estoy temblando por la ansiada noticia de como había salido la operación, si habían podido graparme la herida anterior, si me habían quitado el drenaje, no sabía nada.

Me tranquilizan y me dicen que mi cirujano había salido muy contento, que había salido todo perfecto había podido limpiar sin cirugía y habían grapado de nuevo la anterior operación.

Empiezo a vomitar, ya que esta vez me toco la nariz y no llevaba sonda, lo paso mal ya que el estómago hacía fuerza para vomitar pero no tiraba a penas nada si no llevaba nada en el estómago…

Me siento débil, floja, y pasa a visitarme mi cirujano a ver como estoy y le digo que muy cansada, floja, pero me dice que tengo que levantarme y caminar igual que en la anterior operación.

Le digo que no puedo tengo mucho dolor, y viene la jefa de cirugía la Doctora Pilar a verme y me dice pero quieres ver lo que llevas? si no llevas nada…

Me destapa todo y veo que llevo pequeñas rajitas, grabadas, la más grande era la de abajo como una cesárea, en el ombligo, por los lados y toda la anterior operación grapada de nuevo sigo con el drenaje mas otro drenaje al otro lado, uf seguía con 2 drenajes y sentía pánico de volver a salir con ellos de allí.

Se lo comento a mi cirujano y le digo que por favor no quiero salir de allí con los drenajes que si tengo que estar más tiempo ingresada no me importa pero no quiero volver a pasarlo mal, y que las grapas no me las iban a quitar hasta que estuvieran bien secas, ya me las quitarían en mi centro de salud.

Empiezo a intentar moverme y no puedo me queman las heridas, me duelen mucho más que la otra operación siendo mucho menos lo que me habían echo, pero mi cuerpo estaba agotado de dolor.

Poco a poco mi marido me va incorporando, pasa a verme mi cirujano y se pone contento de verme en pie, que intento poner todo de mi parte, y me dice que me puedo duchar, que irían dándome de comer líquidos todo igual que la anterior operación, poco a poco, otra vez a pasar hambre, jejeje.

Bueno me voy recuperando poco a poco, intentan quitarme el drenaje primero de la operación del hígado y no pueden, las enfermeras me intentan estirar, y no sale, lleva un mes dentro de mi cuerpo y noto un dolor insoportable, llaman a otra enfermera y lo vuelven a intentar, sin éxito no había forma, me comentan que tendrá que venir la cirujana a ver como me lo quitaban.

Dios mío, que mal pasé ese día hasta que llega la tarde y viene la cirujana de turno en la planta y me dice a ver Ana que ocurre, le comento que han intentado quitármelo y no pueden sacarlo y me duele muchísimo, si me podía poner anestesia o algo y me dice esto sale sin nada, coge aire, yo pensaba me voy a morir en el intento, pero no en un segundo retorció el tubo y lo sacó. La cogí del brazo y le dije muchas gracias porque no podía más. Lo que hace la experiencia….

Bueno una cosa menos en mi cuerpo, aún tenía que llevar unos días el de la segunda operación.

Pasado 7 días me viene a visitar por la noche mi cirujano, estoy sola en la habitación y me sorprende su visita, le hago varias preguntas, sobre mi operación me dice que todo estaba bien que había estado mirando mi hígado en la medida que había podido y que tenía que centrarme en mi tratamiento de quimioterapia y cuidarme mucho.

Le doy las gracias por todo por su interés en mí, por su trabajo, y si me iba a quitar el drenaje antes de darme el alta, me dice que sí, que no hay problema y que las grapas sin prisa que me las fuesen quitando en mi centro de salud.

Bueno llega el día de mi alta y viene la enfermera a curarme y quitarme el drenaje, como podeis imaginaros tenía pánico por el dolor que podría sentir, pero fue una enfermera con experiencia y en apenas unos segundos lo tenía fuera.

Tengo que dar las gracias de nuevo a todos los enfermeros y enfermeras que me atendieron todos son un encanto.

Volví a tener muchas visitas, llamadas, regalos, todo un lujo.

Vuelvo a casa y tengo que recuperarme, pero mis peques terminaban su curso, llegaban las vacaciones… 

Mi pequeña terminaba su etapa de infantil y pasaba a primaria, no podía perdérmelo, al día siguiente bajo al cole con mi faja puesta, y con mucha fuerza de voluntad, ya que apenas podía andar, me ven la directora y la sicóloga del cole y me felicitan por mi esfuerzo y veo a mi pequeña obtener su diploma.

Para mí fue una gran satisfacción, había logrado mis objetivos estar bien para verles terminar el curso, que bastante mal lo habían pasado viéndome sufrir y llorar con mis curas, la impotencia de no poder hacer nada en casa, mi madre dejó de trabajar para cuidarme y cuidar de ellos. 

Nos hacía todo en casa, y era mi mano derecha para todo, sin ella no se como hubiese podido con todo, tenía que recuperarme y empezar mi quimio de nuevo, estuve todo el verano cada 15 días con mi tratamiento, me bajaban las defensas y me tenía que poner injecciones durante 5 días cada vez que iba a la quimio, hasta que cuando me faltaba una para terminar tuve que descansar otra semana más porque ni los pinchazos habían echo efecto…

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