Empieza una nueva etapa para nosotras, mi madre y yo siempre juntas… cuando llegamos a casa de mis abuelos os podeis imaginar la situación, llegábamos sin saber que iba a ocurrir, como iba a transcender todo, conociendo las amenazas que había tenido durante tantos años. Como os podeis imaginar mi padre apareció por allí para seguir insistiendo en que volviéramos a casa, y mi madre le decía que ya había dado el paso más difícil de su vida y no había vuelta atrás.
Mi padre se quedó trabajando en el bar, pensando mi madre en que sería lo mejor ya que ella no podía hacer frente al negocio con 2 hijos menores de edad y una niña en camino. Lo lógico era que el la pasara su pensión alimenticia y ella se quedara con la casa. Empezó la batalla de la separación, os podéis imaginar que era imposible hablar con él a buenas ni nos apetecía mucho verle la cara.
Mi madre busca un abogado y le expone el caso y le dice a mi madre, Carmen sabes que si tuvieras las denuncias puestas en su día iba a la carcel verdad? mi madre le dice que ella nunca le deseo nada malo a pesar de lo vivido, ella solo quería encontrar el bien estar de sus hijos y su paz, que arreglara todo lo mejor posible para ambos y ya está.
El abogado le dice que con todo lo pasado puede ganar mucho ya que hay un negocio de por medio que es lo que da beneficios económicos y mi madre le dice que no quiere nada del negocio solo que trabaje y lo lleve él, para que a sus hijos no les falte para comer, que ella en tener el bebé se pondría a trabajar, que no quería nada para ella ninguna paga ni nada por el estilo que la mantuviera atada a él.
Que le dejara la casa que ya estaba pagada y ya trabajaría para sacarnos adelante. Mi madre se pone de parto y nos vamos al hospital las 2, que experiencia fue inolvidable, yo quería entrar al paritorio con ella pero la matrona le dijo que era muy joven para aquella experiencia.
Recuerdo que llamé a la amiga de mi madre porque estaba sola en el el hospital y no sabía ni donde tenía que ir, ni que hacer. Me acompañó hasta que me llamaron que había nacido mi hermana y todo estaba bien, que en un momento sacaban a mi madre y a mi hermana para verlas.
Como lo recuerdo, parecía un sueño, Lola ( su amiga) y yo estábamos ansiosas por verlas. Las dos esperándolas en el pasillo que salieran para verlas, mi madre estaba bien había ido todo perfecto y mi hermana era una muñeca.
Recuerdo llamar a mis abuelos y decirles que yo me quedaba con mi madre y mi hermana y mi abuela me decía: pero tu tienes que venirte a descansar aquí a la casa y yo decía… de aquí no me muevo abuela.
Estuvimos un tiempo mas hasta que mi madre se recuperó del parto, en casa de mis abuelos y ya volvimos a casa para intentar rehacer nuestra vida.
Mi madre me mandaba a visitar a mi padre al bar, me decía que tenía que ir a verlo y yo me negaba, porque no sentía una palabra de aliento, de cariño, de preocuparse por nosotros, solo decía que mi madre lo había engañado y que se tenía que hacer unas pruebas el y nosotros junto con mi hermana para ver si éramos hijos de él, que no estaba seguro. Yo me venía mala, le decía a mi madre que yo no volvía.
Un día fuí a verlo con mi hermano para que nos diera un helado, y nos volvimos sin helado y recuerdo que me puse mala con fiebre y le dije a mi madre que no volvía más. Que no la entendía con todo lo que le había echo a ella que nos obligara a seguir viéndole si él no hacía nada por nosotros.
Bueno los abogados hacen la repartición para la separación y firman de mutuo acuerdo de que la casa era para mi madre y el mantendría el negocio y pasaría la manutención de los 3 hijos. Pues el señor decía que quería las pruebas de paternidad porque la niña seguro que no era de él. Que mente tan retorcida, de verdad, mi madre le dijo a su abogado que igual que no había peleado por los bienes materiales, por su dignidad como mujer si iba a pelear y que no iba a consentir someter a un bebe que le pincharan para que él se quedara tranquilo con su paternidad. Que él tenía 3 hijos y que lo que el juez dictara de manuntención se conformaría pero que se iba a quedar con la duda toda su vida, y que si la hizo para disfrutarla era lo que menos iba hacer porque no la iba a ver.
Yo le dije a mi madre que yo no se la iba a bajar con todo lo que yo había vivido a su lado, y que quería hablar con el juez, y así lo pidió a su abogado y así lo hicimos.
Los jueces nos citaron a mi hermano y a mí, pasamos por una sicóloga, y escribí una carta al juez, porqué yo no iba a dejar que mi padre viera a mi hermana.
El juez dictó que solo podría verla una horas a la semana y tendría que estar acompañado por una persona que estuviera presente en las visitas. Como no había nadie que quisiera hacerlo, cuando venía no le habríamos la puerta. Un día llamó a la policía y se presentó en casa, los policías muy amables nos calmaron porque mi madre y yo estábamos nerviosas, y le explicamos la situación y nos dijeron: tranquilas él tiene ese papel dictado por un juez pero usted no tiene quien le baje la niña y no pasa absolutamente nada. Doy las gracias a esas personas porque se comportaron estupendamente con nosotras.
Bueno la situación donde vivíamos os estaréis dando cuenta que no he nombrado a penas a la familia verdad? pues toda su familia nos dio la espalda, resulta que mi abuela vivía 2 calles por dejaba de mi casa, una hermana 4 calles mas abajo, otra hermana 3 calles mas arriba.
Cuando mi madre decidió separarse era mala, era una cualquiera a saber lo que pensarían porque a nosotros no nos dirigían la palabra. Mi padre se fué a vivir a casa de su madre, que era mi abuela, y ni una llamada de teléfono, ni una visita cuando mi hermana nació, ni un quiero ver a mis nietos, ni un quiero ver a mis sobrinos.
Los veíamos por la calle y como si no existiéramos, pero es que mi padre hacía lo mismo, si yo estaba en el portal con mi novio hablando, pasaba con el coche me miraba y como si viera a un desconocido. Era insoportable aquella situación.
Tengo que decir que de 8 hermanos que eran y mi abuela que vivía y pasaba por delante del balcón de mi casa todos los días para ir a visitar a sus hijas ni miraba para arriba, 1 de ellos que es mi ejemplo en la figura paterna, es mi tío PEPE lo escribo con mayúsculas, porque es el único junto a su mujer que viven en Granada, los que han hablado siempre con mi padre, le han dicho que no podía seguir comportándose así como lo hacía, el que vino a conocer a mi hermana, el que nos ha llamado todas las navidades, nos ha venido a visitar, el que nos ha ofrecido su casa como si fuese la nuestra, fuese con quien fuese.
Los demás, ni tíos, ni primos, ni abuela, ni padre. Que triste es contar esto pero lo digo como lo viví, como lo sentí. Yo decía a mi madre, no te preocupes mamá yo te ayudaré a trabajar, y estudiaré por las noches, pero no los necesitamos, con nuestra tranquilidad somos felices.
Pero sabeis que es una coraza que una se pone, porque claro que te hace falta una tía, que se preocupe por tí, claro que hace falta una abuela que te quiera y te arrope, claro que me hacía falta ver a mi padre ser una persona madura y me dijera te quiero. Poder ver a mis primos y contarles como me sentía, pero nadie dio un paso para que eso fuese posible.
Mi tío si venian a visitarnos se tenían que callar que nos venían a ver porque les sentaba mal.
Esto lo tengo que contar, porque mi padre se cansa de ver que no tenía ninguna relación con nosotros, decidimos mudarnos de pueblo, no soportábamos aquella situación, aquel entorno mejor dicho, rodeados de su familia y que hiciesen como que no nos conocieran. Mi madre vende el piso y nos compramos otro en otro pueblo, yo soy Ilicitana soy de Elche, y solo queríamos salir de allí y nos fuimos a Crevillente, a unos 10 Kilometros, seguíamos cerca, por las amistades, mis abuelos, mis tíos por parte de mi madre.
Mi padre decide cerrar el bar y declararse insolvente para que no le tuviera que pasar la manutención a mis hermanos, yo ya era mayor de edad por lo que no me correspondía nada yo trabajaba con mi madre en casa éramos aparadoradoras de calzado, pero mis hermanos tenían que estudiar, vestirse, comer, y mi madre trabajaba día y noche para que no nos faltara de nada.
Mi madre informa a su abogado de que no está recibiendo la manuntención, y se ponen en contacto los abogados para ver que pasaba, y nos comenta que ha cerrado el negocio y no puede pagar.
Mi madre contrata un detective y tenemos pruebas de que el bar sigue abierto, lo tiene alquilado, pero lo puso a nombre de un hermano suyo que le ayudo hacer ese chantaje, para quitarnos lo que era nuestros, por favor, como que el no trabajaba y no era cierto estaba en una fábrica de calzado trabajando y encima cobrando el alquiler del bar.